domingo, 18 de diciembre de 2016

Nos quejamos demasiado

Todos sufrimos. Ya sea en un reto deportivo o en la vida misma todos pasamos malas rachas.
No hablo del dolor físico, ese lo dejo para otra entrada, hablo de ese dolor que te corroe por dentro cuando algo no va bien.

Cuando sentimos esa sensación, o como dije en otra entrada cuando sufrimos psicológicamente un una carrera, tendemos a pensar que nuestro dolor es el más grande y que es algo insufrible.
Somos nosotros los que lo alimentamos y lo hacemos crecer, está en nuestra mano que esa sensación horrible que nos quema el alma desaparezca o al menos se mitigue y podamos vivir con ella.

Los que sois asiduos del blog sabéis que soy un apasionado del surf. Es un deporte místico que une, como ningún otro que yo conozca, lo físico con lo espiritual y es tremendamente difícil y exigente.

¿Por qué hablo de dos temas que aparentemente no tienen conexión? porque quiero que conozcáis la historia de Aitor Francesena "Gallo".

Hace ya unos cuantos años y despúes de varios intentos fallidos de surfear, decidí que ya era hora de que alguien me enseñara.
Como enamorado del Pais Vasco y dado que Zarautz es una de las mecas del surf nacional me fuí para allá con unos amigos y dimos con la Escuela de "Gallo".

No voy a decir que le conozco, sería mentira, nos dió clase un buen profe al que todos llamaban "Muti", pero cuando hace unos días he leido la historia de Aitor he caído en la cuenta de que era él el que estaba por allí controlandolo todo.

Imagina que padeces una enfermedad que te va hacer perder la visión de un ojo, esto de por sí ya es bastante duro. Pues añadele que en un accidente te quedas ciego del otro, esto ya es la hostia (con perdón). Pues esto es lo que ha padecido en su vida Aitor Francesena. Lejos de llorar y hundirse, como haríamos otros, no se ha rendido  nunca.

Si has hecho surf alguna vez ya sabes lo dificil que es, ¡imagina hacer surf siendo ciego!
¿Cómo tomas las referencias? ¿ Cómo sabes si te viene una derecha o una izquierda? Yo como surfista malo que soy lo veo imposible.

El bueno de "Gallo" no sólo hace surf siendo ciego sino que hace un par de semanas se ha proclamado...¡¡CAMPEÓN DEL MUNDO!!

Os recomiendo que veáis este video de 9 minutos que resume su historia. Hay gente grande en el mundo y este hombre es uno de ellos.

Jinete Azul

Después de verlo, ¿no crees que nos quejamos demasiado?

Piensa que la mayoría de los problemas de los que nos quejamos, como me dijo una vez mi hermana, son problemas del primer mundo.
Muchas de nuestras preocupaciones en otras partes del mundo no ocuparían ni un segundo del pensamiento de otra persona.

No quiero que penséis que me rio del dolor y las aflicciones de otras personas, ni mucho menos, cada uno gestiona su dolor como puede. Soy el primero que cuando tiene un problema lo hace enorme, por eso creo que historias como la de "Gallo" nos tienen que ayudar a relativizar nuestros problemas.

¡¡Felices fiestas a tod@s!!

Darle duro!




domingo, 11 de diciembre de 2016

Sin prisas por favor

Cuando uno de mis deportistas acaba alguna carrera, entreno duro, etc. me gusta conocer sus impresiones. Saber como se ha sentido, si ha sufrido, si le ha sabido a poco. Todas sus sensaciones me sirven para saber si lo que les he recomendado hacer les ha ido bien o no.

Una persona que acaba de lograr un objetivo deportivo tiene un subidón de alegría que hay que saber gestionar.
Me explico. Es muy normal al conseguir por ejemplo, terminar el primer 10 km o un triatlón super sprint, querer dar el salto a otra distancia mayor.

Es un paso lógico pero no necesairo. ¿Por qué siempre hay que ir a más?

Al acabar su primera media maratón, dos de mis alumnos me plantearon saltar a la maratón. Yo siempre trato de transmitirles paciencia, explicarles que no se puede pasar de no correr a correr una maratón en 2 o 3 años.

Hay quien se deja aconsejar y quien quiere conseguir su próximo objetivo ya. Respeto todas las opiniones, pero creo que hay que ser prudente y no someter a nuestro cuerpo a esfuerzos para los que aún no está preparado.

A estos deportistas les pregunté ¿Qué os ha parecido el entreno para la media? ¿Duro? ¿Mucho o poco?
Ambos me dijeron que duro, que muchos días se les hizo cuesta arriba.
Pues ahora imaginar que los próximos 3 meses tenéis que hacer por semana el doble de km de lo que habéis hecho hasta ahora, fue lo que les respondí.
Su impetú inicial se vino un poco abajo, aún así uno de ellos sigue empeñado en hacer la maratón.

Voy un poco más allá, si te gusta lo que estás haciendo ¿por qué tanta prisa por llegar a los objetivos más grandes? ¿Por qué no disfrutar del proceso hasta llegar a ellos?

El cuerpo es muy sabio y cuanto más entrenamos (bien entrenado, no hablo de entrenar sin sentido hasta reventarnos) más somos capaces de rendir.
Este proceso no es cosa de meses, son años de preparación hasta que nuestro cuerpo está listo para los grandes retos.

Os dejo el enlace de un documental que viene como anillo al dedo para este post.
Un excelente reportaje de "El Confidencial Televisión".
Toca el fenómeno del running desde diferentes puntos de vista, habla de forma equitativa de sus pros y contras.
Si como a mí os gusta el deporte en general y el running en particular, emplear 52 minutos de vuestro tiempo en verlo porque relamente merece la pena.
Seguro que os veis un poco reflejados en alguno de los pasajes del documental.

Running: la gran obsesión.

Otro asunto. El sábado corrí el Cross Patones, una carrera de 12,5 km en un pueblo al norte de Madrid, que celebraba su IX edición.

Sigo con mi cruzada de reivindicar las carreras de pueblo bien organizadas, las que buscan sacar un dinerito para su club, pero no dejan de cuidar todos los detalles.
12,5 € de inscripción incluyendo, camiseta técnica y barbacoa final (muy ligerita: chorizo, panceta y cerveza, jajajaja!)

Darle duro! (Si os apetece, si no simplemente disfrutar)

domingo, 4 de diciembre de 2016

Sobrevivir a la Navidad

Se acerca la Navidad, época de excesos. En un corto período de tiempo vas a comer y beber como si no lo hubieras hecho en años.

Todo un año de entrenamientos puede verse afectado si no eres capaz de poner un poco de cordura dentro de la locura de cenas de empresa y eventos familiares que estás fiestas nos ofrecen.

En esta entrada quiero hablaros sobre como controlar la alimentación.
Como no soy experto en el tema he pedido ayuda a una buena amiga, Elena Fernández Tamayo.
Licenciada en Tecnología de los Alimentos, Diplomada en Nutrición Humana y Dietética y con un Posgrado en Farmacología, Nutrición y Suplementación en el Deporte.

Vamos a partir de la base de que la mayoría de nosotros no somos profesionales y que despúes de un año de trabajo duro entrenando nos merecemos poder comer y beber con tranquilidad.

Desde el punto de vista deportivo, las vacaciones navideñas son un buen momento para hacer unas mini vacaciones. Si llevas entrenando 2 o 3 meses parar unos días (4 o 5) lejos de perjudicar tu rendimiento, te van a venir bien.

No está demás, en la previa a una de las grandes cenas Navideñas, ir con los deberes hechos. Que queremos decir con esto, que sí sabes que tú ingesta calórica va a ser enorme el día de Nochevieja, haber realizado ejercicio antes de la cena y haber cuidado lo que comías antes de la cena te va ayudar.
Por un lado habrás quemado calorias con el deporte y por otro habrás controlado el equilibrio dietético.

En Navidad no vale todo. Está claro que hay días que son ineludibles, en esos es difícil controlarse, los importantes son los otros. No por estar en vacaciones puedes atiborrarte un día tras otro.
De uno o dos días de excesos te recuperas pronto, de diez o quince te puedes estar acordando un tiempo.

¿Qué debes hacer durante las comidas?

Una vez metido en faena puedes o bien comer como un poseso o aplicarte un poco y tener autocontrol:

- Dosifica lo que comes. Preocúpate por saber que vas a comer y si quieres comer de todo lo que hay no te cebes con el primer plato. Come pequeñas cantidades de todo lo que te guste.

- No comas hasta reventar. La sensación de saciedad llega a tu cerebro aproximadamente 20 minutos más tarde de que tu estómago esté lleno realmente. En ese tiempo extra se puede meter en el cuerpo una cantidad enorme de comida y para cuando sientas que estás lleno, estarás que revientas.

- Come despacio. Te ayudará a tener una digestión más tranquila y a saborear cada plato.

- Bebe con moderación. Es una buena época para darse algún capricho en forma de bebida espirituosa, unas copas de vino no le hacen mal a nadie, pero cuando dejas de contar por copas y empiezas a contar por botellas la cosa va mal.

- Ojo con los dulces. Una cosa es comer unos cuantos en los días clave y otra comerte una tableta de turrón al día.
El día de la comilona cuenta con los dulces como si fueran otro plato y, como hablamos en el primer punto de este apartado, come pequeñas cantidades de todo lo que te guste.

Una vez pasada la comilona, bajo nuestro punto de vista, hay 4 opciones:

Opción 1. Has sido bueno y no te has excedido, no hay mucho que aconsejarte. Disfruta de tu buen estado hasta la próxima comilona.

Opción 2. Has controlado lo que comías pero se te ha ido la mano con la bebida y tienes una buena resaca.
Lo mejor que puedes hacer en este caso es optar por tomar cítricos. Naranja, pomelo, mandarina, etc. serán tus aliados en estos momentos.
Las frutas cítricas ayudan a metabolizar el alcohol a la vez que limpian el hígado.
La única pega es que si tienes un estómago sensible su acidez, unida a la que te ha dejado el alcohol, puede hacerte echar todo lo que cenaste.
No te olvides del agua, bebe mucha mucha agua.

Opción 3. Has comido hasta reventar y tienes un empacho de mucho cuidado.
Las verduras con efecto limpiador y depurativo serán las más apropiadas en este caso. Alcachofa, puerros, espárragos son un buen ejemplo de este tipo de alimento.
Existen infusiones que también tienen ese efecto y si tu empacho no te permite meter sólidos pueden ser una buena opción. Tambíen puedes optar por un caldo de verduras.

Opción 4. Se te ha ido la mano totalmente tanto comiendo como bebiendo. Tienes un empacho tremendo y una resaca importante.
Te va a tocar sufrir un par de días hasta que tu cuerpo vuelva a su estado normal.

Hacer deporte después de una noche de excesos tampoco es una mala opción.
Si eres los de la opción 4 mejor que te estés quieto, pero si no estás muy "grave" una sesión ligera puede ir bien.

Es importante que sea suave, después de los excesos de la noche anterior el cuerpo no va estar para muchas alegrías.
Un rodaje de carrera muy suave, un paseo en bici o una caminata por el campo te van a ayudar a eliminar unas cuantas toxinas de las que metiste en el cuerpo la noche anterior.

Si la hidratación es importante con resaca, con esta y entrenanado cobra aún más importancia. No dejes de beber agua.

En cuanto a la alimentación, si has sido capaz de hacer una sesión de entrenamiento ligera, una ensalada de pasta con verduras y un buen zumo de naranja te aportarán los nutrientes necesarios para recuperarte del entrenamiento y de los excesos.

Si estás intersado en una buena profesional experta en nutrición deportiva que controle tu alimentación puedo ponerte en contacto con Elena.

Disfrutar de estos días de excesos y sobre todo, Darle duro!