Se acerca la Navidad, época de excesos. En un corto período de tiempo vas a comer y beber como si no lo hubieras hecho en años.
Todo un año de entrenamientos puede verse afectado si no eres capaz de poner un poco de cordura dentro de la locura de cenas de empresa y eventos familiares que estás fiestas nos ofrecen.
En esta entrada quiero hablaros sobre como controlar la alimentación.
Como no soy experto en el tema he pedido ayuda a una buena amiga, Elena Fernández Tamayo.
Licenciada en Tecnología de los Alimentos, Diplomada en Nutrición Humana y Dietética y con un Posgrado en Farmacología, Nutrición y Suplementación en el Deporte.
Vamos a partir de la base de que la mayoría de nosotros no somos profesionales y que despúes de un año de trabajo duro entrenando nos merecemos poder comer y beber con tranquilidad.
Desde el punto de vista deportivo, las vacaciones navideñas son un buen momento para hacer unas mini vacaciones. Si llevas entrenando 2 o 3 meses parar unos días (4 o 5) lejos de perjudicar tu rendimiento, te van a venir bien.
No está demás, en la previa a una de las grandes cenas Navideñas, ir con los deberes hechos. Que queremos decir con esto, que sí sabes que tú ingesta calórica va a ser enorme el día de Nochevieja, haber realizado ejercicio antes de la cena y haber cuidado lo que comías antes de la cena te va ayudar.
Por un lado habrás quemado calorias con el deporte y por otro habrás controlado el equilibrio dietético.
En Navidad no vale todo. Está claro que hay días que son ineludibles, en esos es difícil controlarse, los importantes son los otros. No por estar en vacaciones puedes atiborrarte un día tras otro.
De uno o dos días de excesos te recuperas pronto, de diez o quince te puedes estar acordando un tiempo.
¿Qué debes hacer durante las comidas?
Una vez metido en faena puedes o bien comer como un poseso o aplicarte un poco y tener autocontrol:
- Dosifica lo que comes. Preocúpate por saber que vas a comer y si quieres comer de todo lo que hay no te cebes con el primer plato. Come pequeñas cantidades de todo lo que te guste.
- No comas hasta reventar. La sensación de saciedad llega a tu cerebro aproximadamente 20 minutos más tarde de que tu estómago esté lleno realmente. En ese tiempo extra se puede meter en el cuerpo una cantidad enorme de comida y para cuando sientas que estás lleno, estarás que revientas.
- Come despacio. Te ayudará a tener una digestión más tranquila y a saborear cada plato.
- Bebe con moderación. Es una buena época para darse algún capricho en forma de bebida espirituosa, unas copas de vino no le hacen mal a nadie, pero cuando dejas de contar por copas y empiezas a contar por botellas la cosa va mal.
- Ojo con los dulces. Una cosa es comer unos cuantos en los días clave y otra comerte una tableta de turrón al día.
El día de la comilona cuenta con los dulces como si fueran otro plato y, como hablamos en el primer punto de este apartado, come pequeñas cantidades de todo lo que te guste.
Una vez pasada la comilona, bajo nuestro punto de vista, hay 4 opciones:
Opción 1. Has sido bueno y no te has excedido, no hay mucho que aconsejarte. Disfruta de tu buen estado hasta la próxima comilona.
Opción 2. Has controlado lo que comías pero se te ha ido la mano con la bebida y tienes una buena resaca.
Lo mejor que puedes hacer en este caso es optar por tomar cítricos. Naranja, pomelo, mandarina, etc. serán tus aliados en estos momentos.
Las frutas cítricas ayudan a metabolizar el alcohol a la vez que limpian el hígado.
La única pega es que si tienes un estómago sensible su acidez, unida a la que te ha dejado el alcohol, puede hacerte echar todo lo que cenaste.
No te olvides del agua, bebe mucha mucha agua.
Opción 3. Has comido hasta reventar y tienes un empacho de mucho cuidado.
Las verduras con efecto limpiador y depurativo serán las más apropiadas en este caso. Alcachofa, puerros, espárragos son un buen ejemplo de este tipo de alimento.
Existen infusiones que también tienen ese efecto y si tu empacho no te permite meter sólidos pueden ser una buena opción. Tambíen puedes optar por un caldo de verduras.
Opción 4. Se te ha ido la mano totalmente tanto comiendo como bebiendo. Tienes un empacho tremendo y una resaca importante.
Te va a tocar sufrir un par de días hasta que tu cuerpo vuelva a su estado normal.
Hacer deporte después de una noche de excesos tampoco es una mala opción.
Si eres los de la opción 4 mejor que te estés quieto, pero si no estás muy "grave" una sesión ligera puede ir bien.
Es importante que sea suave, después de los excesos de la noche anterior el cuerpo no va estar para muchas alegrías.
Un rodaje de carrera muy suave, un paseo en bici o una caminata por el campo te van a ayudar a eliminar unas cuantas toxinas de las que metiste en el cuerpo la noche anterior.
Si la hidratación es importante con resaca, con esta y entrenanado cobra aún más importancia. No dejes de beber agua.
En cuanto a la alimentación, si has sido capaz de hacer una sesión de entrenamiento ligera, una ensalada de pasta con verduras y un buen zumo de naranja te aportarán los nutrientes necesarios para recuperarte del entrenamiento y de los excesos.
Si estás intersado en una buena profesional experta en nutrición deportiva que controle tu alimentación puedo ponerte en contacto con Elena.
Disfrutar de estos días de excesos y sobre todo, Darle duro!
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