Ayer volvía del triatlón de Talavera, del que hablaré más tarde, con mi buen amigo Velasco y como casi siempre nuestra conversación giraba en torno a triatlones, entrenamiento y deporte en general.
Somos así de frikis, no podemos evitarlo.
Ambos somos Licenciados en CCAFD, Maestros especialistas en EF y Entrenadores Nacionales de Triatlón. Él ya no trabaja como entrenador, yo estoy en ello. Él tiene una visión voluminista y soviética del entrenamiento, cuantos mas kms de todo mejor. Yo soy más partidario de hacer lo justo y bien, pero a pesar de nuestras distintas visiones ayer coincidimos en que una de las cosas que más nos fastidian como entrenadores es trabajar en balde.
Si has tomado la (creo que sabia) decisión de contratar a una persona que te lleve los entrenamientos lo lógico es que confíes en lo que te está mandando hacer.
Lo normal sería que antes de poneros a entrenar juntos tuvierais una toma de contacto donde tú le contaras tu disponibilidad, horarios, medios, experiencia, objetivos, etc. y él viera por donde tiene que llevarte.
Una vez establecida la rutina de entrenamientos, lo normal sería que tú le dieras tu feedback y tras los ajustes necesarios ya os pusierais a trabajar a pleno rendimiento.
A partir de este punto ya estas en sus manos y debes confiar en él. De nada sirve que tu entrenador establezca un programa para que alcances el objetivo que deseas y tú no lo cumplas.
Si lo que toca es un rodaje tranquilo de 45´, lo que tienes que hacer es un rodaje tranquilo de 45´.
Si tu entrenador es un profesional competente (no soy tan ingenuo como para creer que todos lo son, hay mucho iluminado en este mundo) ese entrenamiento esta ahí por algo, no es un capricho suyo.
Soy partidario de las planificaciones flexibles, la vida que llevamos nos hace complicado poder cumplir los entrenamientos a pies juntillas, pero una cosa es la flexibilidad, cambiar un día de entrenamiento por otro y otra pasarse el planning por el arco del triunfo.
A que no se te ocurriría ir al médico enfermo, que este te recete un tratamiento y tú no hacerle ni caso. Pues con el entrenamiento pasa exactamente lo mismo que con el tratamiento médico, si no haces lo que han programado para ti no llegarás a los objetivos que te habías planteado.
En esa situación lo mejor es que seas coherente contigo mismo, con tu entrenador y busquéis una solución. Tú dejarás de tirar tu dinero y él dejará de trabajar en balde.
Volviendo al triatlón de Talavera sólo quiero reiterarme en lo que escribí hace un año. Es un triatlón chulo de verdad y encima este año tuvimos la suerte de "competir" contra Fernando Alarza.
Digo "competir" porque realmente sólo le vimos en la salida, el resto del tiempo se fue en solitario como el superclase que es. Los demás solo pudimos mirarle asombrados.
Bendito deporte el triatlón que te da la oportunidad de "competir "con los mejores del mundo.
Tener la oportunidad de correr contra Alarza es como si un tenista amateur pudiera jugar un partido oficial contra Nadal o un equipo de fútbol aficionado pudiera jugar contra el Real Madrid.
Estoy seguro de que Alarza confía plenamente en Omar, su entrenador. No me le imagino saltándose un entrenamiento o haciendo la mitad de las series que tenía programadas.
Darle duro!
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