Pues la entrada de hoy es sobre esa bicicleta que tanto nos gusta a los triatletas.
Lo primero que hay que aclarar, si es que hay alguien que a estas alturas no lo sabe, es que llamamos cabra a las bicicletas que usan los ciclistas en contrarreloj y los triatletas en pruebas donde no está permitido ir a rueda, o sea sin drafting.
Es una bicicleta creada para ser lo mas aerodinámica posible, ir lo más rápido que den tus piernas y mantener la velocidad de crucero al máximo.
Una "humilde" cabrita
Antes de comenzar a destripar a la cabra he de decir que no soy un experto en este tipo de bicicletas. Todo lo que diga está basado en mi experiencia personal y no en evidencias científicas. Lo que leas puedes tomártelo como un consejo o reírte de ello.
Hay gente especializada en este tipo de bicicletas de la que aún tengo muchas cosas que aprender.
Dicho esto creo que hay una serie de cosas básicas que se deben tener en cuenta a la hora de comprar y luego rodar con la cabra:
Que no se te vaya la cabeza.
Si en una bici de carretera convencional puedes dejarte unos cuántos miles de euros, en una cabra puedes dejarte todavía más.
Antes de dejarte la paga extra de varios años, analiza cuántas veces vas a usar esa bicicleta. Si eres un triatleta que se dedica exclusivamente a la media y larga distancia merece la pena invertir en una buena máquina ya que será la que más uses. Por contra, si como yo, te mueves más en la distancia corta y haces alguna incursión en la media o larga distancia no merece la pena que tengas una bici tope de gama para usarla 2 o 3 veces al año con sus correspondientes entrenamientos.
Hay modelos de gama media que para los mortales cumplen más que de sobra y un amplísimo mercado de segunda mano.
Busca una cabra mecánicamente sencilla.
Hay bicis que parecen auténticos F1, el problema es que como ese tipo de coches ponerla a punto requiere conocimientos mecánicos avanzados.
Cuando saques la bici de la tienda no tendrás ningún problema porque te la dejarán fina, pero cuando tengas que viajar con ella, te toque desmontarla y montarla de nuevo antes de la carrera te acordarás de todos los antepasados de tu amada bici.
Mi cabra es mecánicamente sencilla y el año pasado la desmonté para llevarla en AVE al Half de Málaga y me tiré una horita muy buena para volverla a dejar igual de fina que me la habían dejado mis amigos de FlyzBikes.
Ruedas de perfil sí, pero con cabeza.
El beneficio que aportan una buenas ruedas de perfil alto en este tipo de bicis es innegable, una vez lanzadas son imparables. Aun perdiendo un poco de reactividad, para una cabra interesa más la velocidad de crucero.
El problema de las ruedas de perfil es elegir el tamaño adecuado para las características de la prueba y para tu propia morfología.
Una rueda con un perfil alto (80mm por ejemplo) es un proyectil una vez está en marcha y ha cogido inercia, pero hay que ser capaz de moverla. Si eres un triatleta de 170 cm y 63 kg como yo, primero te costará ponerla a funcionar y segundo como haya rachas de viento cruzado no descartes acabar en el suelo.
Un perfil en torno a los 50mm suele ser lo más equilibrado.
Elige un buen sillín.
Una de las sensaciones más desagradables que se puede tener montando en bici es que se te duerman las partes nobles o, peor aún, que te duelan.
Elegir un buen sillín acorde a tu morfologia no es fácil, pero en el mercado hay sillines específicos para este tipo de bicis que ayudan bastante.
Comodidad vs aerodinámica.
Aunque yo ponga estos dos conceptos enfrentados la clave está en encontrar el equilibrio entre ambos.
Nuestra posición encima de este tipo de bicis debe ser lo más cómoda y aerodinámica posible. En caso de duda siempre decantarnos por la comodidad. De nada te va servir estar en una posición, sobre el papel, perfecta si no eres capaz de mantener esa postura. No olvides que vas tener que ir acoplado 90 o 180 km más los cientos de km de entrenamientos.
Pasa por el biomécanico.
Si te has gastado 2.000 € en una bici y 1.000 € en unas ruedas creo que te puedes permitir los 100 - 200 € que te pueda cobrar un buen biomecánico.
Las bicis de carretera convencionales son más permisivas con las posturas incorrectas, entre otras cosas porque nos movemos más encima de ellas.
En una bici de contrarreloj la permisividad en cuanto a la postura se reduce mucho, una vez acoplado lo normal es estar durante periodos largos de tiempo en esa misma postura. Si la postura no es buena se traducirá en dolor en diferentes puntos del cuerpo.
Para mi el paso por el biomecánico fue casi magia. Pasé de acabar cada entrenamiento con dolor cérvicales, hombros, muñecas y culo a no tener más que alguna molestia en las cervicales que poco a poco van desapareciendo.
Por si alguno quiere saber donde me hice el estudio biomecánico, como de costumbre, recurrí a la gente de FlyzBikes.
Trato exquisito y un precio más que razonable.
Espero haberos ayudado algo a los que tengáis dudas con este tipo de bicis. Como os he dicho al principio, no soy un experto. Seguro que en una buena tienda os pueden asesorar mejor que yo.
A Dani, que fue el que me pidió que hiciera esta entrada, desearle que se recupere al 100% de su caída con la cabra.
Darle duro!
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