El tío del mazo

He estado desconectado unos cuantos días.
Desde que estoy de vacaciones no he tenido posibilidad de pasarme a escribir algo por aquí. A los que leéis mis paranoias semana tras semana os pido disculpas por no haber dado señales de vida en tres semanas.

La primera semana de julio la dediqué a hacer surf en Salinas, Asturias. Los chicos de Long Beach me trataron de lujo.
Las dos semanas siguientes las he dedicado a terminar de preparar el triatlón de Pálmaces.

No se si ha sido porque en junio no pude entrenar decentemente por culpa de la lesión en el sóleo, o por hacer una carrera en una época del año en la que normalmente estoy descansando, pero ayer en Pálmaces vino a visitarme "el tío del mazo" con toda su furia.

Para los que no estáis habituados a la terminología ciclista, hablamos del tío del mazo cuando te da un bajón de rendimiento brutal en un entrenamiento, carrera etc.
Los que no lo habéis sentido nunca es una sensación de vacío total, de que tu cuerpo no va y tu cabeza por mucho que se empeñe en tirar no consigue que tu cuerpo responda.
Es una de las cosas mas temidas por cualquier deportista.

Ayer en Pálmaces reventé como nunca había reventado en un triatlón.
Nadé decentemente, entré en boxes para coger la bici justo detrás de José Almagro, que fue el sexto clasificado al final.

Una vez en la bici empezó el calvario.
En la primera bajada, al pasar por un resalto, salieron volando los dos bidones y a las cinco de la tarde y con 32º no era plan no pararse a por ellos.
Cuando llegué al primer repecho ya pude sentir que algo no iba bien, mis piernas no empujaban como lo habían hecho en los entrenamientos de las semanas anteriores, pero apreté los dientes, seguí para delante y logré terminarla en 1:55 h y con una media de 31 km/h.
Nada espectacular pero con las sensaciones que tenía no podía aspirar a más.

Si en la bici empezó el calvario, corriendo fue el infierno.
Al bajarme a correr las sensaciones que tenia eran feas. Los dos primeros km como son en cuesta abajo los hice decentemente, pero al llegar al llano era incapaz de dar una zancada.
Ayer fue la primera vez que tuve que caminar en un triatlón, nunca en los años que llevo como triatleta había tenido que pararme y ayer me tocó hacerlo.
Era incapaz de correr, las piernas me dolían, tenía una sensación de vacío tremenda y me quedaban 10 km por delante.
Tomé la decisión de hacer bloques de 15 minutos de carrera al ritmo que fuera y 2 minutos de descanso. En cada bloque no veía el momento en que llegara el final de los 15 minutos y sólo pensaba en retirarme y poder descansar.
Normalmente, 12 km suelo hacerlos en unos 50 minutos , sobre 4 - 4:10 min/km. Ayer tardé 1:08 h; a 5:45 min/km.

No me retiré, soy muy cabezón, me empeñé en acabar y acabé.
Entré en meta roto, algo aturdido y necesité un buen rato sentado, comida y líquidos para volver en mí.
Al final, 3:39 h y puesto 126. Esto es lo de menos, di todo lo que tenía dentro de mi y quizá hasta mas de lo necesario. Puede que lo mas prudente hubiera sido retirarse, pero creo que cuando has entrenado y  luchado por algo tienes que darte la oportunidad de intentarlo.

En cuanto a la prueba decir que es un triatlón chulo, un clásico del panorama nacional que se ha ganado su fama merecidamente.
Es una distancia peculiar entre un olímpico y un medio, 1,8 km nadando - 60 km en bici - 12 km corriendo.
La natación es un un embalse muy bonito, la bicicleta tiene esa mezcla de dureza y velocidad que tanto nos gusta a los triatletas y la carrera es dura.
El trato de la gente del pueblo es exquisito, te dan una buena bolsa del corredor, de cenar y hay fiesta final.
El único pero que le pongo, y es una opinión totalmente personal, es el precio. 75 € me parece bastante dinero.
Del precio de las inscripciones ya hablé en otra entrada y no quiero repetirme. Estamos en una dinámica de pagar cada vez más y creo que lo mínimo que puedo hacer es quejarme por ello.
Esta prueba es cara, pero al menos merece la pena.

No voy a despedirme como hago siempre con el clásico darle duro, sigo reventado de ayer y sólo hay una palabra que me motiva en este momento:

VACACIONES!!

Nos vemos en septiembre.