Suelo ir al fisioterapeuta con cierta frecuencia. Tengo la suerte de que me trata uno de los mejores, Miguel Ángel Cordero.
Llevo años en sus manos y según entro por la puerta de su consulta, a poco que me pone las manos encima, ya sabe como estoy. No sólo físicamente, sino que sabe si estoy en un periodo de stress o tengo mucha fatiga mental acumulada.
La última vez que me estuvo tratando fue para dejarme a punto para el trail de Somosierra, que por cierto, es una carrera dura pero muy recomendable y estuvimos hablando de cuales son los pasos lógicos para recuperarse de una lesión.
Para nosotros la cadena se compone de tres eslabones:
1. Traumatólogo o médico deportivo.
Si la lesión es de cierta gravedad ni que decir tiene que es el médico el que tiene que valorar que es lo que pasa y cual es el tratamiento más recomendable.
2. Fisioterapeuta.
Una vez que la lesión ha alcanzado cierto nivel de recuperación o cicatrización ponerse en manos de un buen fisioterapeuta no solo va permitir acortar los plazos de recuperación, sino que la zona afectada (ligamento, músculo, etc) volverá a trabajar de la forma más parecida posible al rendimiento previo a la lesión.
3. Recuperador o entrenador.
Una vez que médico y fisio nos dan el ok para volver los entrenamientos lo más recomendable es que un profesional del deporte, preferentemente un recuperador, nos paute los ejercicios a realizar para volver a nuestra mejor forma de manera segura.
Estos tres pasos que pueden parecer muy lógicos tendemos a saltárnoslos siempre (incluido un servidor...) tanto el propio deportista como los profesionales.
Me encuentro con alumnos/deportistas que se hacen, por ejemplo un esguince de tobillo, van a urgencias y el médico les pone un vendaje y les pauta 15 días de reposo deportivo y luego "vida normal".
El problema es que un deportista lo que entiende por "vida normal" es hacer el deporte que le gusta y después de 15 días vendado, un tobillo no está para la vida normal de un tenista, por poner un ejemplo.
En un caso como este, lo más recomendable es que a los pocos días de producirse la lesión comience el tratamiento de fisioterapia.
Una vez el tobillo haya recuperado su funcionalidad, o parte de ella, el recuperador es el que debería pautar unos ejercicios de fortalecimiento para que el día que ese tobillo vuelva a la "vida normal" de un deportista esté en las mejores condiciones.
No son sólo algunos médicos los que se saltan la cadena lógica.
Fisios y entrenadores jugamos a los médicos y diagnosticamos lesiones.
Lo hacemos con nuestra mejor intención, pero sin darnos cuenta nos saltamos otro de los eslabones de la cadena y ponemos en peligro la salud de nuestros deportistas.
No quiero que este post sirva de crítica a ninguno de los colectivos que he mencionado, cada uno de ellos trabaja siempre con la única y mejor intención de recuperar al deportista lesionado. Simplemente, quiero recalcar que hay unos pasos a seguir y que no conviene saltarse ninguno si lo que queremos es volver a ser la mejor versión de nosotros mismos tras un periodo en el dique seco.
Darle duro!
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