domingo, 19 de febrero de 2017

Turismo y deporte

De los beneficios de hacer deporte ya hemos hablado en otras entradas, pero una de las cosas que nos aporta y a mí me parece tremandamente beneficiosa es la posibilidad de viajar.

A lo largo de mi vida deportiva he tenido la oportunidad de realizar unos cuántos viajes.
Recuerdo con especial cariño el que creo, si mi memoria no me falla, fue el primero. En categoria infantil jugaba al fútbol en el Sanse (UD San Sebastián de los Reyes) y nos llevaron a jugar un amistoso contra el Athletic de Bilbao en Lezama.
Para un chaval de 12 años jugar en esas instalaciones, contra todo un Athletic de Bilbao es una experiencia que se me quedó grabada en la memoria.

Con el deporte como excusa he tenido la posibilidad de visitar muchos países. Gracias al surf y el snowboard he visitiado países como Chile, Austría, Finandia, Francia o Italia. Por culpa del triatlón, las carreras de montaña y la bici de montaña he visitiado ciudades y pueblos españoles que no sabía ni que existían.

No quiero con esta entrada sacar a relucir todos mis viajes, ni contar mis anecdotas cual abuelo cebolleta. Quiero destacar que gracias al deporte tenemos una excusa para visitir muchos y preciosos lugares. Además, nos pone en bandeja la solución para que nuestras familias nos quieran acompañar.

Es cierto que el turismo deportivo en líneas generales es más caro que el turismo convencional, y también es cierto que es un turismo un poco raro.
Ir a, por ejemplo Málaga, a hacer un triatlón y pasarte gran parte del fin de semana descansando en el hotel hasta que llegue la prueba no es ni mucho menos tan gratificante como salir de tapas y ponerte hasta arriba de espetos.

A mí me encanta el deporte y soy feliz viajando. La mayor parte de mis viajes están relacionados con el deporte y si directamente no lo están me las acabo apañado para hacer algo en el sitio donde voy. Las zapatillas para correr y gafas para nadar siempre van en la maleta aunque en mi viaje no estén previstas (en un principio) estas actividades.

Un surfista no puede ir a una playa de California y quedarse sentado en la arena tomando el sol, un ciclista no puede subir en coche el Tourmalet y no pensar que porque narices no tendrá allí su bicicleta.
Los deportistas somos así, nos apasiona lo que hacemos y que mejor manera de enriquecernos que viajando y haciendo lo que nos gusta.

Ahora mismo me encuentro inmerso en la preparación de un viaje por la costa oeste de USA. El viaje en sí me emociona, pero la posibilidad de hacer surf en Santa Cruz, rafting en el río Colorado o un trekking en Yellowstone me emciona aún más.

El turismo puedes verlo, pero a mí me llena mucho más si además de verlo lo siento. Hacer deporte en los lugares donde voy me da la oportunidad sentirlo de una forma que, como aquel viaje a Bilbao hace ya muchos años, se que jamás se me olvidará.

Vayais donde vayais, darle duro!

Os dejo unas imágenes de muestra:









No hay comentarios:

Publicar un comentario