En el Camino el entrenamiento venia implícito en la actividad, pero cuando viajas por trabajo no romper con tu rutina de entrenamiento puede ser un auténtico quebradero de cabeza.
Ahora mismo me encuentro inmerso en pleno periodo precompetitivo y parar una semana completa, salvo que sea por enfermedad y no quede más remedio, rompería por completo mi preparación.
Algunos de mis alumnos de 4º ESO realizaron una semana de inmersión lingüística en York, Inglaterra. Otro compañero y yo fuimos con ellos como acompañantes.
York es una cuidad preciosa y tiene un tamaño cómodo que te permite realizar múltiples actividades. Aún así llegar a una cuidad totalmente desconocida e intentar cuadrar los entrenamientos de un triatleta con todas las actividades que estaban preparadas para los alumnos no es nada sencillo.
Como no es la primera vez que me veo en una situación de estas os voy a explicar como trato de organizarme para poder entrenar:
- Si conozco con antelación la fecha en la que voy a viajar , cosa que sucede en la mayoría de los casos, organizo mi planificación de forma que la semana del viaje sea semana de descarga.
Al ser una semana con menos carga de entrenamiento no tengo que preocuparme por hacer sesiones dobles o triples, entrenar en transición etc. Con realizar una sola sesión por día, y no todos los días, tengo suficiente. De esta manera en esta semana no sólo no bajo de forma, sino que me sirve para asimilar la carga de las semanas anteriores.
- Siempre viajo con al menos zapatillas, ropa para correr y una goma para realizar ejercicios de fuerza.
Una hora para una sesión rápida de carrera y fuerza siempre consigo sacar.
La goma ocupa poco espacio y puedes entrenar con ella en tu habitación sin problema.
Llevar TRX también es una buena opción, ocupa algo más que la goma y tienes que buscar un lugar donde anclarlo con seguiridad, pero con él puedes hacer un trabajo muy completo sin salir de la habitación y en poco tiempo.
- Busco tiendas donde alquilen bicicletas y rutas fáciles de seguir para una persona nueva en la ciudad.
En ciudades grandes tipo Londres puede ser un poco complicado el hecho de salir de la ciudad hasta llegar a una carretera tranquila y segura, aquí la mejor opción puede ser un parque grande donde dar unas cuantas vueltas o buscar rutas guiadas. En ciudades más pequeñas es mucho más sencillo.
En York tuve la oportunidad de hacer una salida en bici por carreteras bonitas y tranquilas, eso si, ir por el lado contrario de la carretera es bastante raro.
Si tengo claro que voy a poder salir con la bici llevo ropa adecuada al tiempo que vaya a tener.
- Chequeo en Internet las piscinas que existen.
Cuando tengo seleccionada la que mejor me vaya por ubicación veo como llego hasta ella, su horario y trato de cuadrarlo con las actividades del día.
Tengo que agradecer a la piscina Yearsley de York por el trato que me dieron, al decir que era triatleta se portaron conmigo como si fuera el mismísimo Gómez Noya.
Bañador, gorro y gafas ocupan muy poco en la maleta.
- Si está en mi mano buscar el hotel, uno con gimnasio (y con piscina en el mejor de los casos) puede facilitarme las cosas muchísimo.
Sin salir del hotel puedo hacer entrenamientos de las tres disciplinas.
- Una vez que ya tengo localizado todo lo que necesito para entrenar miro el planning de actividades de trabajo y veo en que horario y días puedo introducir mis entrenamientos.
Normalmente a primera hora de la mañana o al final del día suele ser lo más sencillo. Si viajo una semana y consigo cuadrar 4 o 5 sesiones de entrenamiento ya puedo estar más que satisfecho.
A pesar de todo esto que os he contado creo que lo mas importante es no volverse loco, si tienes que viajar por trabajo y no eres un deportista profesional obviamente tu prioridad será el trabajo. Intenta entrenar para no perder la forma y conocer la ciudad de una manera distinta, pero si es imposible al menos disfruta de tu viaje.
Darle duro!
gracias por los consejos me gusta mucho el turismo estoy empezando a informarme sobre los sitios y consejos para viajar
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